Cómo lidiar con un jefe con un gran ego

Tabla de contenido:

Anonim

Algunos egos son tan enormes que ocupan todo el espacio de trabajo. Sin embargo, si ese ego pertenece al jefe de la oficina, puedes pensar que tienes que lidiar con eso. Incorrecto. Si el ego de tu jefe se está interponiendo en el camino de tu productividad, hay formas de lidiar con él que no implican dejar que su ego te trague por completo.

Evaluar la situación

Antes de hacer nada, observar. Observe y vea cómo el ego del jefe está afectando la productividad, ya sea suya u otros empleados en el lugar de trabajo. Piense en el comportamiento que considera egoísta, asegurándose de que no es un comportamiento contra el que está predispuesto y es realmente un comportamiento perturbador. Vea cómo otros empleados reaccionan a su ego. Si sienten lo mismo que tú y su trabajo sufre tanto como si no peor, es posible que tengas razón en querer hacer algo.

$config[code] not found

Hablar con él en privado

Cuando hable con su jefe, hágalo en privado. Los grandes egos se alimentan de la presencia de otros, por lo que enfrentarlo frente a sus compañeros no va a ayudar, a menos que te guste que te griten. Envíele un correo electrónico durante las horas de silencio en la oficina y dígale que le gustaría concertar una cita para hablar con él.

Video del dia

Traído a ti por Sapling Traído a ti por Sapling

Insistir en el tratamiento adecuado

Las personas con grandes egos tienden a respetar la confianza en otras personas. Si el ego de su jefe le está causando que lo trate de manera inadecuada, haga un punto temprano para decirle que no va a representar un comportamiento que haga que su productividad disminuya. Habla con calma y cortesía, pero con firmeza y decisión.

Batalla en tierra neutral

Evita amenazar a su ego. A sabiendas, intentar elevar su ego compartiendo conocimientos sobre temas con los que no está familiarizado o con la posesión material ostentosa que no tiene solo conducirá a una guerra del ego. En su lugar, intente bajar la guardia alcanzando un terreno común en un tema, uno en el que la competencia no es probable. No alimente las trampas del ególatra al reaccionar a ella, en lugar de eso simplemente redirija su atención a otra cosa.