Si está atrapado en un trabajo que odia, puede que no quiera nada más que llamar a su empleador sobre todo lo que hace que el trabajo sea miserable. Incluso cuando se va en malas condiciones, lo mejor para usted es tomar el camino correcto. Si no lo haces, podrías hacerte un mal nombre dentro de la industria.
Considera tus palabras
No arremetan contra su empleador cuando renuncie. Usted quemará sus puentes y posiblemente dañará sus relaciones con sus compañeros de trabajo, especialmente si critica abiertamente el entorno laboral o la calidad de los productos o servicios ofrecidos por la empresa. En muchos casos, lo mejor es mantener los motivos para dejarlos vagos. Por ejemplo, dígale a su empleador que está buscando una posición más desafiante o un mayor equilibrio entre la vida laboral y familiar. Ya que te vas, a menudo hay poco sentido para hacer críticas específicas. Espere al menos 24 horas después de escribir su carta de renuncia y luego léala nuevamente antes de enviarla para asegurarse de que no se arrepiente de nada.
$config[code] not foundMantenlo profesional
Use la diplomacia cuando explique las razones de su salida, especialmente si se va debido a conflictos de personalidad o por su jefe. Evite seleccionar a alguien o atacar el carácter de nadie. Por ejemplo, si te vas porque tu jefe te molesta, no le pongas nombres ni te enfades. En su lugar, tenga en cuenta acciones específicas, como gritarle a usted frente a otros empleados o degradar su desempeño laboral. Explique que su comportamiento dificulta su productividad o daña su reputación en la oficina.
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Deje de lado sus sentimientos personales y tenga en cuenta a sus clientes, compañeros de trabajo y los mejores intereses de la empresa cuando planifique su salida. Continúe contribuyendo con sus mejores esfuerzos y avise a su empleador con dos semanas de antelación para que pueda encontrar un reemplazo. Finalice los proyectos antes de irse o pídale a un colega que se haga cargo de su trabajo para garantizar una transición sin problemas. Si su jefe contrata a su reemplazo antes de irse, tómese un tiempo para enseñarle las cuerdas y entrenarlo para que esté preparado para asumir sus obligaciones. Si trabaja directamente con los clientes, infórmeles lo antes posible de que se va y dígales quién se hará cargo de su cuenta.
Mantenlo en privado
Si lo desea, puede anunciar al mundo que está saliendo de ese lugar de trabajo miserable e irá donde sus esfuerzos serán apreciados. Si públicamente habla mal de su empleador, especialmente en los sitios de redes sociales, sus comentarios podrían perjudicar la reputación de la empresa y la reputación de sus colegas. También podría regresar a su nuevo jefe, quien puede pensar dos veces antes de contratar a alguien que acceda a Internet para expresar sus quejas en lugar de manejar la situación en privado.