Características de la personalidad para convertirse en un pediatra

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Anonim

Por lo general, se necesita un cierto tipo de personalidad y un compromiso de aproximadamente diez años con la escuela y la residencia para tener éxito en una carrera como pediatra, donde se trata la salud de los niños. Los pediatras disfrutan de una serie de ventajas laborales, incluido un salario anual promedio de $ 168,650 a partir de mayo de 2011.

Excelente comunicador

Los pediatras confían en sus sólidas habilidades de comunicación para transmitir mensajes directos, y en ocasiones difíciles. Cuando trabajan con pacientes jóvenes, necesitan llamar la atención, mirar al niño a los ojos e intentar descubrir qué le pasa. También deben presentar mensajes difíciles para que los padres escuchen a veces, incluido el hecho de que un niño necesita cirugía, tiene una enfermedad o enfermedad crónica o potencialmente mortal o tiene una discapacidad mental o física importante. Los pediatras también pueden tener pasantes en sus oficinas o residentes en un entorno hospitalario y, a menudo, se necesitan habilidades de enseñanza y capacitación directas y asertivas. También colaboran comúnmente con otros médicos y se comunican con las farmacias en relación con la atención al paciente.

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Calentar

Un estudio realizado en febrero de 2012 por el Centro para Niños Johns Hopkins encontró que las madres latinas en los EE. UU. Estaban más preocupadas de que el pediatra de su hijo sea genuino y cálido que poder hablar español y ofrecer una experiencia conveniente. Los hallazgos del estudio fueron en gran medida en línea con otros estudios no culturales que mostraron que los padres en general quieren pediatras cálidos y atentos. La intención del estudio era averiguar si este rasgo reemplazaba alguna preferencia cultural o de idioma. En esencia, los padres se sienten más cómodos con un pediatra que se preocupa por su hijo.

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Considerado

La otra cualidad importante destacada en el estudio de Johns Hopkins fue la empatía. Las madres encuestadas querían un pediatra que pudiera relacionarse con sus situaciones y tenían un verdadero deseo de entender la enfermedad o la condición de su hijo y la ayuda. Si bien la competencia técnica es vital para proporcionar un diagnóstico y un tratamiento de calidad, los padres suelen sentir que la calidad de la experiencia de salud de sus hijos se ve afectada positivamente por un médico que entiende de dónde vienen. Si bien tener hijos ayuda con la empatía de un pediatra, es más importante que tengan la voluntad de aprender acerca de los sentimientos y preocupaciones de los niños, incluso aquellos con los que no pueden verbalizar, así como los de los padres.

Positivo

Un rasgo subyacente de los pediatras efectivos es una actitud positiva. Los padres a menudo tienen inquietudes, dudas y temores cuando buscan atención médica para sus hijos. Una actitud optimista de un pediatra, incluso en situaciones de salud graves, puede proporcionar la esperanza que un padre necesita para sentirse tranquilo y apoyar a sus hijos. Los pediatras también necesitan una inteligencia emocional fuerte y una habilidad natural para mantenerse frescos bajo presión. Los niños pueden ser ingobernables, llorar, gritar y lanzar ataques por estar con el médico. Los padres pueden ser agresivos, exigentes y críticos. Una actitud positiva de un pediatra ayuda a compensar parte de la tensión que puede surgir, manteniendo al médico sano y capaz de tomar decisiones acertadas sobre la atención.