La experta en relaciones públicas Ivy Lee solía recomendar anotar las seis prioridades para el día siguiente, y luego tachar cada una de ellas cuando se hizo. Hoy, las opciones de planificación han ido más allá de una lista escrita: hay planificadores semanales y planificadores mensuales, disponibles en copia impresa, PDF o en una hoja de cálculo o un sistema de programación computarizado. En cualquier formato que se adapte a sus gustos, los planificadores semanales y mensuales pueden aumentar su eficiencia y productividad si los usa bien.
$config[code] not foundEscoger y usar un planificador
Encuentra el formato de planificador adecuado para ti. Si pasa todo el día en su computadora portátil, tal vez un planificador computarizado funcionaría mejor; Si tiene tres hijos con actividades después de la escuela, probablemente querrá un planificador grande con mucho espacio para hacer un seguimiento de las citas de todos. Si descubre que lo que tiene no funciona, mire a su alrededor hasta que encuentre algo que le resulte mejor.
Use su planificador mensual para planear eventos por adelantado (cumpleaños, aniversarios, vacaciones, citas) y para bloquear grandes cantidades de tiempo donde la escuela, los viajes, los ensayos teatrales u otras actividades sean necesarios. Un planificador mensual típico usa una o dos páginas durante un mes, por lo que tiene una vista instantánea de lo ocupado que está y de cuánto tiempo se ha dedicado.
Use su planificador semanal para trazar sus rutinas diarias: horarios exactos para citas, reuniones, conferencias, recoger a los niños o irse al aeropuerto. Si su agenda está repleta, también puede usar su agenda para bloquear el tiempo personal para leer o ver la televisión.
Planea con antelación. Si tiene un aniversario el 15 de mayo, ponga una nota en su agenda mensual para comenzar a buscar un regalo con anticipación. Si está por llegar la final, bloquee las sesiones de estudio para no tener prisa en el último minuto. Si ve que el miércoles ya está lleno de actividades exigentes, no planee una sesión intensiva de cram o una cena elaborada para esa noche.
Propina
No te rindas Recordar anotar las cosas en sus planificadores, y mucho menos recordar revisarlas todos los días, puede que no venga automáticamente al principio, pero si sigue intentándolo, puede convertirlo en un hábito.