Las desventajas de los gerentes delegando a los empleados

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Anonim

Cuando un gerente delega deberes a otros, generalmente se trata de ahorrar tiempo, aumentar la productividad y fortalecer los equipos de trabajo. Cualquier buen gerente sabe, sin embargo, que esta estrategia tiene sus desventajas y sus ventajas. La clave es saber qué delegar, a quién elegir y cómo vigilar el progreso. Cuando los gerentes son conscientes de cómo delegar efectivamente, pueden concentrarse más tiempo en el desempeño general de la empresa o equipo.

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Pérdida de control sobre tareas críticas

Una desventaja de delegar a los empleados es renunciar al control de las tareas que deben estar bajo su cargo directo. Si bien hay muchas responsabilidades que es apropiado compartir, hay otras que la compañía espera que usted solo emprenda. Los ejemplos incluyen la realización de revisiones de desempeño y salarios, así como la capacitación, reprimenda y despido de empleados. Además, cuando delega tareas que tienen que ver con áreas altamente sensibles, como la reestructuración corporativa, corre el riesgo de que los superiores cuestionen su juicio y que los empleados obtengan una influencia indebida. Antes de delegar un elemento, decida si es algo que debe completar para asegurarse de que se haga correctamente.

Líneas de autoridad poco claras

Idealmente, delegar implica analizar el trabajo en cuestión y luego determinar dónde los empleados pueden y no pueden tomar sus propias decisiones. Por ejemplo, como gerente demasiado extendido, puede identificar a un empleado como la persona "ir a" para gestionar la finalización de un proyecto de solicitud de subvenciones. Revisa con él un resumen de los plazos internos, los roles y las responsabilidades, y luego confía en él para coordinar las partes móviles. Él le asegura que el horario se mantendrá en el buen camino. Sin embargo, es constantemente contactado por colegas con preguntas sobre el presupuesto de la subvención propuesta. Debido a que no le ordenó que sus colegas lo abordaran con preguntas, inadvertidamente supera sus límites y proporciona la información incorrecta a sus colegas. Para evitar este tipo de malentendidos, es importante que proporcione instrucciones claras sobre quién debe estar autorizado para tomar ciertas decisiones.

Resultados incompletos o de baja calidad

Cuando los gerentes delegan el trabajo, generalmente intentan identificar a los subordinados que traen las mejores actitudes y habilidades para garantizar que el trabajo se realice. Los gerentes también intentan equilibrar las cosas explicando qué se debe hacer y cómo hacerlo. Pero incluso con los mejores planes establecidos, siempre se enfrenta a la posibilidad de que el trabajo no se realice correctamente u puntualmente. Un empleado puede cumplir con su fecha límite, pero ciertos aspectos de su trabajo no cumplen con las expectativas de calidad. O bien, podría cumplir con las expectativas de calidad, pero aún así no cumplir con el plazo. Esto siempre es un riesgo cuando delegas el trabajo a aquellos que no han recibido capacitación formal sobre cómo administrar proyectos de trabajo o que no tienen la experiencia diaria que un gerente brinda al trabajo. La mejor manera de evitar resultados negativos es verificar regularmente el progreso.

Menos tiempo para tu propio trabajo

Los gerentes que delegan a menudo retrasan su propio progreso para compartir responsabilidades. Primero, analizan las tareas y deciden quién debe asumirlas. También deben tomarse el tiempo para determinar la mejor manera de lograr los objetivos. Luego, se reúnen con los empleados para explicar el trabajo y designar los protocolos. En algunos casos también deben impartir formación. Finalmente, monitorean el progreso en el camino y evalúan los resultados. Debido a estas demandas de su tiempo, no debe delegar más de unos pocos elementos a la vez. También debe cubrir un elemento usted mismo si le resulta más fácil o más rápido simplemente manipularlo que capacitar a otra persona para que lo haga.