Los buenos gerentes quieren saber cuándo han tomado una decisión equivocada. Los malos gerentes, por otro lado, ponen excusas, culpan a otros o niegan haber cometido un error. Si su gerente pertenece al segundo grupo, tendrá que adoptar un enfoque cuidadoso para cuestionar sus decisiones pasadas. Su objetivo debe ser expresar sus inquietudes con claridad, motivando a su gerente a que reconsidere la decisión sin causar demasiada mala sangre.
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Antes de confrontar a su gerente, reúna toda la evidencia que pueda para respaldar su posición. Es posible que solo tenga una oportunidad para esto, por lo que debe proporcionar razones específicas por las que su gerente tomó una decisión cuestionable. Por ejemplo, si cree que eligió la estrategia equivocada para realizar un proyecto, identifique las razones específicas de sus dudas y respalde a cada uno con ejemplos significativos.
Ofrecer una alternativa
Su objetivo podría ser solo que la administración replantee sus acciones, pero también considere ofrecer un plan alternativo. Por ejemplo, si desea que su gerente revierta una decisión estratégica, tener una estrategia alternativa lista hará que sea más fácil cambiar de opinión. Como lo hizo para criticar la mala decisión, recopile toda la evidencia que pueda para apoyar el cambio a su nuevo plan.
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Traído a ti por Sapling Traído a ti por SaplingReunirse en privado
No cuestione la decisión públicamente a menos que su gerente solicite específicamente comentarios, como durante una reunión de estrategia de grupo. Una reunión privada es un mejor escenario para expresar inquietudes sobre las malas decisiones, aunque solo sea porque su gerente no tendrá que preocuparse por salvar la cara. Organice una reunión privada a conveniencia de su gerente. Hágale saber que quiere hablar sobre algo específico para trabajar. Cuando se reúna, explique su posición lo más respetuosamente posible y evite ser combativo.
Reacción
Si tiene un buen gerente, ella estará agradecida por sus ideas y las escuchará con una mente abierta. Sin embargo, si su gerente es malo o inexperto, su reacción puede ir desde ignorar pasivamente su propuesta hasta enfadarse por ser interrogado. En ese momento, tendrá que tomar una decisión difícil, dependiendo de la importancia que le dé a ella para que cambie de opinión. Si el problema es relativamente menor, puede contentarse con haber intentado corregir el error. Sin embargo, si es un gran problema, prepárate para acudir a una autoridad superior.
Seguir
Si el problema es grave y no puede convencer a su gerente para que reconsidere su decisión, puede seguir insistiendo yendo sobre la cabeza de su gerente. Solo tenga en cuenta que eludir a su gerente puede hacer que se vea mal y crear una ruptura permanente en su relación. En algunas situaciones, sin embargo, los empleados están éticamente obligados a hablar, incluso cuando la administración lo hace difícil. Por ejemplo, si el resultado de la decisión pone en peligro la seguridad pública o el bienestar de la empresa, usted tiene la obligación de evitar a un mal administrador para garantizar que las personas adecuadas escuchen su mensaje. Diríjase al jefe de su gerente con sus inquietudes y expóngalos de una manera clara y profesional, respaldando sus puntos con ejemplos y datos.