Una semana de trabajo estándar ocupa una parte significativa de la vida diaria de un empleado. Desde la década de 1970, los intentos de horarios de trabajo alternativos han ido y venido. Un alojamiento popular para un horario de trabajo tradicional consiste en empleados que trabajan cuatro días a la semana, en lugar de cinco. Un estudio de la Universidad Brigham Young demostró que los empleados que trabajaban durante una semana laboral comprimida eran más productivos y tenían mejor moral, mientras que las empresas ahorraban en costos de servicios públicos.
$config[code] not foundEvaluar las alternativas
Una semana laboral de cuatro días generalmente consiste en venir a la oficina cuatro días a la semana, compuesta de turnos de 10 horas cada día. Los trabajadores que eligen esta opción pueden trabajar cuatro días seguidos, o una serie de dos días con un día libre entre ellos. Las empresas también ofrecen a veces una ligera variación del horario. Por ejemplo, un empleado puede trabajar 80 horas durante el transcurso de nueve días en lugar de dos semanas. Este horario permite que alguien trabaje menos de 10 horas por día, mientras que tiene un día adicional cada dos semanas.
Cobertura del cliente
Al programar una semana laboral de cuatro días, se debe considerar al cliente. Los clientes que están acostumbrados a la cobertura en un horario de 8-5 todos los días deben ser atendidos. Para resolver este problema potencial, algunas compañías requieren que los empleados alternen sus días de descanso para que la oficina permanezca abierta durante todas las horas hábiles. Las compañías también pueden requerir que ciertos departamentos trabajen en horarios fijos, mientras que otros pueden elegir la programación flexible de una semana laboral de cuatro días.
Hacer frente a las demandas externas
Ajustarse a una semana de trabajo de cuatro días requiere modificaciones a los horarios personales. Los horarios de entrega de los niños en la escuela y la guardería deben ajustarse dentro de las familias. Si bien el día libre extra durante la semana permite la libertad adicional de programar citas y actividades, los días regulares más largos en el trabajo deben tomarse en consideración. Es posible que deba obtenerse ayuda adicional para las tareas que generalmente se completan antes o después del trabajo.
Protegiendo el día libre
Un peligro para una semana laboral de cuatro días es no tener el día libre extra honrado por usted o por otros. Las políticas estrictas sobre la implementación de las horas extraordinarias ayudan a garantizar que se obtenga un día libre adicional durante la semana. A veces, un empleado puede terminar llegando al quinto día durante unas pocas horas y quedarse más tiempo del esperado porque la oficina está abierta y ocupada. Esta práctica anula el propósito de tener una semana laboral de cuatro días y debe ser monitoreada.