Los trabajadores de salud mental pueden incluir personas con educación limitada que brindan atención práctica, como ayudantes psiquiátricos, o profesionales altamente educados como consejeros, trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras. Cada una de estas personas necesita ciertas habilidades básicas para proporcionar servicios y atención a personas con enfermedades mentales y trastornos de conducta. Se requieren algunas habilidades de todos los trabajadores de salud mental, mientras que la necesidad de otros puede estar limitada a una ocupación particular. Las dos habilidades que todos los trabajadores de salud mental necesitan son habilidades interpersonales y de comunicación, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos.
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Las habilidades interpersonales describen la capacidad de un individuo para establecer una relación con otros, desarrollar relaciones productivas y trabajar eficazmente con muchos tipos diferentes de personas. Las habilidades de comunicación incluyen no solo la capacidad de hablar con claridad y comunicar temas complejos en términos sencillos, sino también la capacidad de escuchar atentamente con atención total a las necesidades y problemas del cliente. Los trabajadores de salud mental también pueden necesitar habilidades de observación para observar signos de problemas, como cambios en el comportamiento. Un trabajador de salud mental a menudo atiende a múltiples pacientes y debe poder administrar bien su tiempo para garantizar que las personas no tengan que esperar a recibir servicios o que no se les proporcione un servicio adecuado debido al tiempo limitado del trabajador. Los psiquiatras también necesitan habilidades de liderazgo, ya que a menudo dirigen el equipo de salud mental.
